Los antipsicóticos se usan para el tratamiento de la esquizofrenia porque se cree que los síntomas asociados con la esquizofrenia son causados por el exceso de actividad de la dopamina en el cerebro. Esto se observó por primera vez al ver los efectos de la cocaína en el cerebro que, a través del uso prolongado, aumenta los niveles de dopamina en el cerebro produciendo síntomas similares a los psicóticos.
El exceso de actividad de la dopamina en la vía mesolímbica produce los “síntomas positivos” de la esquizofrenia, que incluyen: alucinaciones, delirios y pensamiento desorganizado. Del mismo modo, el exceso de actividad de DA en la vía mesocortical produce los “síntomas negativos” que incluyen apatía, pérdida de interacción social y discurso reprimido.
