En esencia, no hay potencial de daño a las estructuras sensoriales o neuronales dentro del oído con irrigación normal del canal auditivo.
Las posibilidades son las siguientes.
- Obstrucción persistente del canal.
- Perforación que no ha sido diagnosticada con precisión.
- Condición no relacionada.
Se recomienda la evaluación audiológica completa y la evaluación de especialidad por un otorrinolaringólogo.