No debería afectarlos en absoluto. En realidad, debería aumentar la cantidad de medicamento recetado y ahorrar dinero. Las personas que se espera que pierdan son las aseguradoras que no podrán desplumar a las personas.
En la actualidad, los Estados Unidos gastan el doble que en cualquier otra parte del mundo en la atención médica que no cubre a todos.
No es sostenible que Estados Unidos subsidie a las compañías de seguros que ya son ricas.