No, son casi lo mismo. El prognatismo se refiere a la extensión del área media de la cara (por ejemplo, la boca) del resto de la cara y se correlaciona con la distancia entre el mentón y la frente. O, en otras palabras, qué plana es la cara. Desde el mentón pronunciado y la frente plana del cráneo, las cuencas oculares inclinadas y la mandíbula superior e inferior plana (dientes superiores e inferiores / área de la boca), parece que el cráneo tiene un prognitismo similar al del hombre en la foto. Yo atribuiría el cráneo a un macho europeo pero con una nariz más ancha que el hombre de aspecto europeo en la foto.
En la evolución humana, una reducción en el prognatismo ha evolucionado desde especies pre-humanas más prognáticas con rasgos esqueléticos “primitivos” hasta humanos modernos menos prognáticos con rasgos esqueléticos menos prognáticos y más “derivados”. Nuestros antepasados evolutivos han evolucionado progresivamente como menos prognáticos desde nuestro último ancestro común (ACV) con los chimpancés, un mono bípedo que todavía podía vivir en los árboles, hace unos 7 millones de años. Con el tiempo, a medida que nuestros antepasados se adaptaron a un entorno cambiante que favoreció el bipedismo, llevando herramientas, comiendo alimentos más suaves y ricos en nutrición como la carne y viviendo en el suelo, la forma de nuestros cráneos ha evolucionado para ser gradualmente menos prognática con un frente alta, barbilla prominente, dientes más pequeños y una cabeza que está más centralmente equilibrada sobre nuestra columna vertebral vertical.
