A menos que quiera hablar sobre bacterias comensales en su piel o en su intestino, entonces “infecciones” significa que estamos hablando de patógenos. Los patógenos, por definición, causan enfermedades, y usted no quiere que los infecte. No “construyen su sistema inmunológico”, su sistema inmunitario solo logró controlar la infección antes de que lo matara.
Ahora, en los viejos tiempos, podemos señalar que el comienzo de la vacunología comenzó al notar que las lecheras infectadas con la viruela vacuna no sucumbían a la viruela. Los patógenos estaban lo suficientemente relacionados como para que la infección con uno de ellos pudiera ayudar al otro, y la viruela de la vaca solo causaba costras en las manos contra la viruela, que tenía una tasa de mortalidad bastante alta. El investigador (Edward Jenner, 1796) que notó esto empezó a infectar a las personas con la viruela de las costras de las lecheras. No fue perfecto, pero es lo que tenían. ¡Yay por la vacuna contra la viruela! ¡No te frotes más con costras, para que también puedas tener costras y no estar muerta!

Durante mi juventud (antes de la vacuna), la gente sabía que su primera exposición a la varicela era preferible a la de un niño, porque como adulto lo dejaría inconsciente y sería muy doloroso. Las personas fomentan las infecciones a una edad más temprana, por lo que no pagaste más tarde. Ahora, tenemos una vacuna !! ¡Ya no tendrás que sentar a tu hijo en la bañera y ahogarlo en calamina durante una semana!
Moraleja de la historia, las vacunas son el camino a seguir, y son uno de nuestros inventos modernos más profundos. Todo lo que los convierte en un patógeno se elimina para que su cuerpo pueda descubrir cómo combatirlo sin tener la enfermedad. ¿Tenemos vacunas para cualquier cosa y todo por ahí? Bueno no. Pero personalmente, estoy de acuerdo con cualquier vacuna sugerida por un proveedor de servicios de salud, y pasé mi carrera temprana promoviéndolas para investigar clientes y elaborar un calendario de vacunas para mis propios animales. También creo que han sido víctimas de su propio éxito y que las personas no se dan cuenta de lo que han hecho por la humanidad. Muchas personas pueden recordarnos los días de la poliomielitis, y esas siempre me hacen estremecer.