Esas lesiones de la piel son ruggeas que se desarrollan como un mecanismo evolutivo con el fin de tener un mejor agarre en las piedras bajo el agua y no un efecto secundario.
Y para que no aparezcan, tendrás que evolucionar de forma retrógrada (ya que los organismos de los mares viajaron a la tierra y no al revés) sumergiéndote en el agua durante generaciones y desarrollando una membrana cutánea específica.