Henrietta Lacks y su “Células Inmortales” llamado HeLa.
Sin ella, no habría vacuna contra la polio; habría menos tratamientos para el cáncer; Habría menos tratamientos médicos. Y todo lo que necesitó fue un grupo de poderosas células cancerosas demasiado fuertes para morir.
Cuando un médico no diagnosticó correctamente su “enfermedad”, otro, Howard Jones, tomó una biopsia de algunas células de su cuello uterino, lo que llevó a su diagnóstico.
Fue durante su tratamiento para el cáncer que los médicos extirparon parte del tumor y mantuvieron las células en un laboratorio. Durante años, los doctores y los investigadores habían estado tratando de hacer que las células se reprodujeran y permanecieran con vida por más de unas pocas horas fuera de su anfitrión, pero nunca habían tenido éxito. Las células de Henrietta eran diferentes: no solo permanecían con vida, sino que seguían reproduciéndose.
Puede leer la historia completa aquí: Henrietta Lacks: la mujer desconocida que ayudó a salvar la medicina moderna .
