Al enfrentar las cada vez mayores complejidades de la ciencia médica, puede parecer que los Testigos de Jehová se paran en las transfusiones de sangre, es arbitrario y dogmático y posiblemente incluso desinformado. No es.
La verdadera razón por la que nosotros (los Testigos de Jehová) rechazamos las transfusiones no es médico. Es bíblico. El principal del cual proviene la prohibición es simplemente:
La sangre es sagrada, es sinónimo de vida, le pertenece a Dios, mandó que se derramara en el suelo para que, para no ser utilizada para nada más, la vida y el carácter sagrado que Dios otorga a la sangre le dé valor a la sangre de Jesús que fue derramado en nuestro nombre para redimirnos del pecado.
Cualquier decisión que los Testigos de Jehová tengan que tomar se hace ante todo teniendo en cuenta el principio anterior.
Una vez que la sangre sale del cuerpo, se elimina y se separa del sistema circulatorio en un grado sustancial, comienza a funcionar como una reutilización en lugar de una recuperación en las proximidades del sistema circulatorio en tiempo real.
Para aquellos que no tienen la dedicación que los testigos de Jehová hacen, puede parecer arbitrario, que estamos dividiendo pelos. No lo vemos así para nada.
En realidad, almacenar su propia sangre, la forma en que se procesa para su almacenamiento y cómo se almacena, abre la posibilidad de que su sangre no sea transfundida en su sangre. Las unidades de sangre mal combinadas y mal dirigidas en realidad causaron 25 muertes en los EE. UU. En 2014. No se garantiza que recuperará su propia sangre.
Afortunadamente, la ciencia médica ha proporcionado algunas tecnologías y técnicas ingeniosas que en manos de médicos altamente capacitados ha mejorado mucho el procedimiento quirúrgico tanto que la necesidad de sangre en la mayoría de los casos se elimina por completo.
Si desea obtener más información sobre “cirugía sin sangre”, he publicado un enlace a la “Enciclopedia de Cirugía”:
http://www.surgeryencyclopedia.com/A-Ce/Bloodless-Surgery.html