La nariz es una parte del cuerpo rica en vasos sanguíneos (vascular) y se encuentra en una posición vulnerable que sobresale en la cara. Como resultado, un trauma en la cara puede causar daño nasal y hemorragia. El sangrado puede ser profuso o simplemente una complicación menor. Las hemorragias nasales pueden ocurrir espontáneamente cuando las membranas nasales se resecan y se agrietan. Esto es común en climas secos, o durante los meses de invierno cuando el aire es seco y cálido de los calentadores domésticos. Las personas son más susceptibles a una hemorragia nasal si toman medicamentos que impiden la coagulación normal de la sangre (warfarina [Coumadin], clopidogrel [Plavix], aspirina o cualquier medicamento antiinflamatorio). En esta situación, incluso un trauma menor podría provocar un sangrado significativo.
La incidencia de hemorragias nasales es mayor durante los meses de invierno más fríos cuando las infecciones de las vías respiratorias superiores son más frecuentes y la temperatura y la humedad fluctúan de manera más espectacular. Además, los cambios de un ambiente exterior frío y amargo a un hogar cálido, seco y caliente provocan sequedad y cambios en la nariz que la hacen más susceptible a las hemorragias. Las hemorragias nasales también ocurren en climas cálidos y secos con poca humedad, o cuando hay un cambio en las estaciones. Los siguientes factores de riesgo predisponen a las personas a hemorragias nasales:
1. Infección
2. Trauma, incluso autoinducido por la nariz, especialmente en niños
3. rinitis alérgica y no alérgica
4. Hipertensión (presión arterial alta)
5. Uso de medicamentos anticoagulantes
6. Abuso de alcohol
7. Las causas menos comunes incluyen tumores y problemas de sangrado heredados
8. Los cambios hormonales durante el embarazo pueden aumentar el riesgo de hemorragias nasales