La cicatrización de la herida depende de los queratinocitos (células superficiales de la piel) que migran desde los bordes de la herida hacia el centro para cerrar la herida. Tanto el alcohol como el peróxido de hidrógeno, aunque desinfectan, ralentizan o detienen por completo esta migración de las células de la piel.
Una herida no infectada solo necesita un lavado suave con agua y jabón sin paños ni esponjas.