Doxycycline es un antibiótico bacteriostático. Es decir, funciona contra las bacterias evitando que crezcan. Esto hace que la doxiciclina sea diferente de medicamentos como la penicilina que es bactericida, es decir, mata las bacterias.
La doxiciclina todavía se usa ampliamente para infecciones que no amenazan la vida, como las infecciones crónicas. Es muy seguro y no tóxico, aunque los vómitos pueden ocurrir en dosis altas.
También es un medicamento estimulante del sistema inmune y mata la malaria.
Los principales efectos secundarios son el color amarillento de los dientes caducos de los bebés y los animales jóvenes, lo que produce una tinción permanente.
