Los efectos secundarios de la donación real suelen ser leves. Los cambios en la presión arterial a veces pueden causar náuseas y fatiga, pueden aparecer hematomas en la aguja y efectos del anticoagulante. Debido a que el anticoagulante funciona uniéndose al calcio en la sangre, los niveles de calcio de un donante pueden disminuir durante el proceso de donación. Los labios pueden comenzar a hormiguear o puede haber un sabor metálico. El calcio inusualmente bajo puede causar problemas más graves como desmayos, irritación nerviosa y espasmos.
Más preocupante, y en necesidad de estudio adicional, son los efectos a largo plazo de la donación de plaquetas. La evidencia reciente sugiere que las donaciones repetidas pueden afectar negativamente la mineralización ósea y la capacidad del cuerpo para producir plaquetas. Complicaciones de la aféresis del donante
