Para sentir algo, excepto la función cerebral superior, como algún tipo de sentimientos, sueños e imaginación, necesitamos algún órgano sensorial para sentirlo. No tenemos un órgano sensorial para medir el peso de algo (si es así, su peso será leído en su mente lo antes posible), en cambio hay corpúsculos pacienses y terminaciones nerviosas sensoriales combinadas para sentir la presión profunda y superficial desde afuera de nuestro cuerpo. Pero es lo mismo para el interior de nuestro cuerpo. Por ejemplo, tomemos el órgano más grande del hígado en el cuerpo que pesa 1,5 kilos, que se fija al diafragma mediante un ligamento redondo y a la vaina del recto de la pared abdominal anterior mediante el ligamento falciforme. Los ligamentos son estructuras fibrosas sin terminaciones sensoriales viscerales incrustadas, por lo que aunque hay un peso considerable, nuestro cerebro no lo detecta. Esto es cierto con los otros órganos que están embebidos en un sentido de vísceras libres.
Por encima y por fuera