El ATP aporta más estabilidad y un flujo de energía optimizado adecuado que es de 7,3 kcal por molécula, que es estable para cada célula del cuerpo humano y también para el mantenimiento de la homeostasis.
Otras formas de energía tal vez produzcan más energía, pero cada proceso de producción de energía necesita una dirección adecuada. De lo contrario, es inútil.