Es perjudicial consumir más antibióticos, porque tomar antibióticos para los resfriados y otras enfermedades virales no solo no funcionarán, sino que también pueden tener efectos secundarios peligrosos: con el tiempo, esta práctica en realidad ayuda a crear bacterias que son más difíciles de matar.
El uso frecuente e inapropiado de antibióticos puede hacer que las bacterias u otros microbios cambien, por lo que los antibióticos no funcionan en su contra. Esto se llama resistencia bacteriana o resistencia a los antibióticos. El tratamiento de estas bacterias resistentes requiere dosis más altas de medicamentos o antibióticos más fuertes. Debido al uso excesivo de antibióticos, ciertas bacterias se han vuelto resistentes incluso a los antibióticos más potentes disponibles en la actualidad.
La resistencia a los antibióticos es un problema generalizado que los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) llaman “uno de los problemas de salud pública más apremiantes del mundo”. Las bacterias que una vez fueron altamente sensibles a los antibióticos se han vuelto más y más resistentes. Entre los que se están volviendo más difíciles de tratar se encuentran las infecciones neumocócicas (que causan neumonía, infecciones de oído, sinusitis y meningitis), infecciones de la piel y tuberculosis.
Además de la resistencia a los antibióticos, el uso excesivo de antibióticos puede provocar otros problemas. Los antibióticos matan muchas bacterias diferentes, incluso las buenas que ayudan a mantener el cuerpo saludable. A veces, tomar antibióticos puede causar que una persona desarrolle diarrea debido a la falta de bacterias buenas que ayudan a digerir los alimentos adecuadamente. En algunos casos, las bacterias malas, como Clostridium difficile (o C diff ), pueden crecer de forma excesiva y causar infecciones.
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