Porque las consecuencias de la diabetes no tratada son mucho peores que la administración diaria.
La ceguera apesta mucho, especialmente cuando se desarrolla lentamente, reduciendo gradualmente su capacidad de interactuar con el resto del mundo. La mala circulación provoca heridas que se propagan y que pueden diseminar la podredumbre o la amputación (que también tiene una buena probabilidad de tornarse gangrenosa).
La diabetes puede afectar el resto de los órganos, sobrecargar los riñones con productos de desecho y reducir el suministro de glucosa en el cerebro.
Con todo, creo que la mayoría de la gente considera que el trabajo cotidiano de controlar la diabetes es mucho mejor que dejarlo sin tratamiento.