El mejor tratamiento estará determinado por el tamaño y el nivel del fragmento de fractura, su desplazamiento y su función para garantizar la estabilidad del tobillo y la articulación inferior entre la tibia y los huesos del peroné.
Las opciones varían desde solo un aparato ortopédico protector hasta un yeso para la fijación quirúrgica con tornillos y placa. La decisión será tomada por el cirujano tratante dependiendo de las características de la fractura, el estado de la piel y los tejidos blandos que la cubren y la fuerza del hueso fracturado.
Las decisiones en ciencias médicas son complejas.