Existe un continuo de comportamientos que influyen en las probabilidades de problemas médicos futuros, como tener sobrepeso, comportamientos que causan un problema médico directamente, como alguien que consume un exceso de alcohol, conduce un automóvil, se mete en un accidente de un solo vehículo, y se lesiona lo suficientemente grave como para ir al hospital.
En algún lugar intermedio se encuentran los casos en los que a alguien se le receta un medicamento para una afección como el asma, no toma el medicamento y termina en el departamento de emergencia. La causa es clara; el tiempo y la certeza son menos claros.
Nuestro sistema de salud debe señalar qué comportamientos desea recompensar y qué comportamientos desea evitar, incluso si la probabilidad matemática o la certeza de causa y efecto no es perfecta.