¿Puede una vacuna provocar una respuesta de células T reguladora en lugar de células T efectoras? ¿Pueden estas vacunas usarse para tratar enfermedades autoinmunes?

Sí, la vacunación puede inducir respuestas de células T reguladoras, que es precisamente cómo funciona la terapia de hiposensibilización para alérgenos.

Al inyectar una preparación pura de un inmunógeno (que es cualquier sustancia a la que reacciona su sistema inmunitario, por ejemplo, proteínas “no propias” que no son parte de su propio cuerpo), su sistema inmunitario aprende a tolerar el inmunógeno con el tiempo. Esto está mediado a través de la inducción de células T reguladoras (entre otras), que suprimen la respuesta inmune respectiva contra el inmunógeno causante (en este contexto también denominado tolerógeno, porque genera tolerancia).

Esto se usa médicamente para la terapia de hiposensibilización, que es el tratamiento de las alergias a alimentos y polen u otros alérgenos, que el sistema inmune ataca por error.

Se cree que la razón por la cual esto funciona es que se inyectan dosis bajas de una preparación pura de alérgeno, de manera importante en ausencia de las llamadas “señales de peligro”. Las vacunas regulares siempre se formulan con adyuvantes, que son sustancias que señalan “peligro” para el sistema inmune, por lo general activando partes del sistema inmune innato, asegurando así que habrá una respuesta inmune productiva contra el inmunógeno deseado, que es el otro componente de vacuna importante. Si te interesa este tema, sugiero que leas sobre la “teoría del peligro”, que Polly Matzinger postuló por primera vez y es un concepto bastante fascinante.

Sin embargo, que yo sepa, esta estrategia no se ha aprovechado para combatir las enfermedades autoinmunes, y probablemente no funcionaría en ese escenario. En las enfermedades autoinmunes, el “alérgeno” o “inmunógeno” que altera el sistema inmunitario está omnipresente en el cuerpo por definición y, por lo tanto, no puede presentarse en pequeñas dosis no amenazantes durante un largo período de tiempo para entrenar al sistema inmunitario para tolerarlo. .

Sin embargo, existen nuevas estrategias experimentales que intentan extraer células T de un paciente, inducir células T reguladoras contra un cierto autoinmunógeno en el laboratorio y luego devolver estas células al paciente. Esta estrategia tiene cierta promesa, pero la longevidad de la tolerancia inducida, entre otras preocupaciones, podría ser un problema.