Existen varias formas: Ultrasonido abdominal, ECO del corazón, TAC, Tomografía por emisión de positrones (PET), MRI. Para los niños podemos decir si hubo una lesión traumática previa observando las radiografías de todo el cuerpo. Los radiólogos pueden determinar si un hueso ha sufrido una lesión traumática que se ha curado. Así es como detectan el abuso infantil.
El trabajo de laboratorio también se puede hacer para determinar si un órgano no está funcionando como debería, independientemente de la razón.