En términos generales, es interesante realizar una plasmaféresis cuando hay algo en el plasma del paciente que debe eliminarse y no puede eliminarse con ninguna otra técnica (por ejemplo, la diálisis). Para hacerlo, sacamos el plasma del paciente y reintroducimos plasma fresco de donantes o componentes ricos en albúmina.
Normalmente, estas sustancias son anticuerpos patológicamente presentes en grandes cantidades en plasma debido a algunas patologías (púrpura trombocitopénica trombótica, acumulación de proteína de Bence-Jones debido a un mieloma múltiple, síndrome agudo de Guillain-Barré, Goodpasture, algunas glomerulonefritis rápidamente progresivas …)
En teoría, se permite extraer hasta el 70% del plasma de un paciente.
