Se diagnostican cuatro tipos de patrones de pigmentación en el melasma: epidérmico, dérmico, mixto y un tipo sin nombre que se encuentra en individuos de tez oscura. El tipo epidérmico se identifica por la presencia de exceso de melanina en las capas superficiales de la piel. El melasma dérmico se distingue por la presencia de melanófagos (células que ingerirán melanina) en toda la dermis. El tipo mixto incluye el tipo epidérmico y dérmico. En el cuarto tipo, el exceso de melanocitos está presente en la piel de las personas de piel oscura
¿Cómo se diagnostica el melasma?
El melasma se diagnostica fácilmente al reconocer la apariencia típica de parches marrones en la cara. Los dermatólogos son médicos que se especializan en trastornos de la piel y a menudo diagnostican el melasma mediante un examen visual de la piel. Una luz negra o de Wood (340-400 nm) puede ayudar a diagnosticar el melasma, aunque no es esencial para el diagnóstico. En la mayoría de los casos, se diagnostica el melasma mixto, lo que significa que la decoloración se debe al pigmento en la dermis y la epidermis. En raras ocasiones, una biopsia de piel puede ser necesaria para ayudar a excluir otras causas de esta hiperpigmentación cutánea local.
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