Acepto, por favor, ve a un doctor. Hace unos 10 años, una enfermera de 27 años me preguntó acerca de hinchazón de manos y pies. Lo busqué y advertí que la hinchazón de las manos en particular indica con frecuencia que los riñones están en problemas. Eso fue un jueves. Al regresar al trabajo el lunes ella estaba muerta.
Estaba aturdido. Nunca olvido la situación y esta puede ser la primera vez que tengo motivos para recordar ese incidente. Aparentemente ese sábado ella tuvo una crisis y fue al departamento de emergencia. Intentaron diagnosticarla y ayudarla, pero tuvo una apoplejía grave cuando su presión arterial se elevó súbitamente. En la autopsia, se sorprendieron al descubrir que tenía un tumor suprarrenal. Ella murió de un fenocromositoma. Este tumor de las glándulas suprarrenales por encima de los riñones. Ellos regulan los fluidos en el cuerpo. También eliminan la adrenalina, la hormona de “luchar o huir”. Como era un tumor, producía grandes cantidades de esta hormona y elevaba su presión sanguínea a niveles tan altos que reventaba un vaso sanguíneo en su cerebro. Estos son casi 100% fatales.