El tipo de rechazo y su velocidad afectan la respuesta.
Los órganos sólidos (riñones, hígados, corazones, pulmones) pueden sufrir un rechazo mediado por anticuerpos o mediado por anticuerpos, o ambos. Los síntomas más leves son hallazgos de laboratorio que miden el rendimiento del órgano. Un rechazo más severo hace que el órgano falle. Obviamente, los síntomas de un corazón fallido difieren de un riñón fallido.
Una vez manejé a un adolescente que dejó de tomar sus medicamentos contra el rechazo de trasplante de riñón. El riñón falló y ella reinició la diálisis. Al principio, planeamos dejar el órgano solo, en lugar de realizar una operación para eliminarlo.
Ella desarrolló los síntomas que uno esperaría con un absceso grande: Dolor, fiebre, escalofríos. Tiene sentido, ya que un absceso grande y un caso agresivo de rechazo implican el mismo sistema inmune.