¿Qué pasará si deja de tomar citalopram?

Si deja de tomar citalopram repentinamente, puede experimentar síntomas de abstinencia como cambios de humor, agitación, irritabilidad, mareos, entumecimiento, hormigueo o descargas eléctricas en las manos o los pies, ansiedad, confusión, dolor de cabeza, fatiga, náuseas, sudoración y dificultad quedarse dormido o permanecer despierto.