Un número menor de pacientes permite una mejor atención. Se requiere un repertorio más amplio de habilidades. Mayor integración con la comunidad: vivo entre los pacientes. Gran ambiente
No me puede importar menos que todos sepan todo sobre todos. Recibir un llamado en cualquier momento, ya sea de guardia o no, está bien para mí.
La gente sabía que tenía cosas que valía la pena robar, pero nunca nos robaron. La gente ayuda: podría llamar al propietario de la estación de combustible en cualquier momento del día o de la noche. Los granjeros lo remolcarían a través de la nieve. Llevé a los presos no acompañados a la estación de policía en mi automóvil en una ocasión: es mutua.
Los delincuentes locales (también pacientes) y yo sabíamos que éramos conscientes el uno del otro y no hubo problemas.
Grandes oportunidades para manejar fuera de la carretera: algunos de mis pacientes vivían a varias millas del final de cualquier tipo de pista. Cruzar campos y ríos era parte del trabajo.
¿Quién diablos querría vivir en una ciudad?