Los compuestos son muy resistentes y resistentes a la corrosión. Pero lo más importante es que se pueden adaptar para cumplir con los requisitos de carga específicos haciéndolos increíblemente versátiles, aunque más caros. Los corredores de cuchillas en los Juegos Olímpicos se beneficiaron de todas las investigaciones que se hicieron para fabricar esas patas protésicas resbaladizas, por ejemplo.