Las mujeres que solo tienen un ovario o un tubo generalmente tienen tasas de fertilidad iguales a las de cualquier otra mujer. Para una mujer a quien se le ha extirpado un tubo debido a un embarazo ectópico (salpingectomía), la pregunta es si hubo algún daño en el costado que tuvo el ectópico (como una infección o endometriosis) que también puede haber afectado el lado restante. Algunas veces el daño puede ser sutil y no obvio durante la laparoscopía.
Hacerse una prueba de rayos X del útero y de la sonda llamada histerosalpingografía (HSG) es un buen comienzo para, al menos, mostrar que el tubo restante está abierto, pero aún hay una mayor posibilidad (5-10%) de que pueda tener otro ectópico. Por esta razón, tan pronto como tenga una prueba de embarazo positiva, debe comunicarse con su médico o partera para una evaluación minuciosa hasta que se establezca la ubicación de su embarazo.