Lo que mucha gente no sabe es que el cuerpo sanará por sí solo el 85% del tiempo. El tratamiento médico es para el otro 14.8% (no todo es curable) y para asegurar que el cuerpo tenga el mejor escenario posible para sanar.
Suponiendo que el niño redujera su luxación de manera adecuada, no hubo fracturas, problemas neurológicos ni otras complicaciones aparte del ligamento y el daño de la cápsula articular; probablemente sentiría algún nivel de dolor durante mucho tiempo (si no para siempre) y perdería un gran rango de movimiento. Parte del proceso de curación es la reconstrucción del tejido, después de que el tejido cicatricial realiza reparaciones básicas. Ahí es donde generalmente entra la terapia física.
