Hay dos tipos principales de anticoagulantes. Los anticoagulantes, como la heparina o la warfarina (también llamada Coumadin), trabajan en las reacciones químicas de su cuerpo para alargar el tiempo que lleva formar un coágulo de sangre. Los medicamentos antiplaquetarios, como la aspirina, evitan que las células sanguíneas llamadas plaquetas se agrupen para formar un coágulo.
Diluyentes de sangre: MedlinePlus