La temperatura medida en su piel, en la axila, por ejemplo, suele ser un proxy (decente) para su temperatura interna.
Existen factores como la temperatura ambiente extrema o la energía radiante que pueden alterar la temperatura de la piel.
Otra razón para que la temperatura de su piel no refleje con precisión su temperatura central es cuánto se vadilatan o se vasoconstrictan los capilares de su piel. Hay varios medicamentos, como varias pastillas para la presión arterial alta y otras sustancias como el alcohol o la nicotina, que pueden tener este efecto.
Por esta razón, si se busca precisión, es posible que prefiera medir su temperatura en la boca o si no es aconsejable en el recto.
Las razones de esto último podrían ser una falta de cooperación (como un niño pequeño o algunas condiciones psiquiátricas) o un paciente inconsciente.