Esta pregunta es muy similar a la pregunta “¿Qué sabor de helado es el mejor sabor?”.
Podría argumentarse que la medicina de emergencia o la práctica general son las más difíciles ya que existe el requisito de conocer, íntimamente, una amplia gama de diagnósticos médicos.
De manera similar, podría argumentarse que la neurocirugía microscópica o la cirugía de Retina-Vítreo son las más difíciles ya que se realizan cirugías en tejidos delicados, con resultados negativos obvios si se estropea, todo bajo un microscopio.
Más aún, podría argumentar que los cuidados paliativos o los medicamentos para adicciones son los más difíciles ya que tienen una gran carga de empatía.
Luego, agregue el hecho de que los obstetras y obstetras de OBGYN requieren conocimiento quirúrgico así como también un diagnóstico y atención médica terapéutica.
Luego tiene psiquiatras, que tienen que lidiar con medicar enfermedades mal definidas con medicamentos que no se entienden completamente.
O los anestesistas que tienen que mantener a un paciente cerca de la muerte pero aún respirando (el término médico para esto es “estable”) mientras que otros doctores le cortan el interior a los pacientes.
Luego están los patólogos y los radiólogos que tienen que interpretar (a menudo poco claro) las imágenes y los “hechos” proporcionados por otros médicos para tomar decisiones de diagnóstico para pacientes que tal vez ni siquiera conocieron.
La medicina es difícil, por eso a los médicos les lleva más de una década calificarse.