¿Cómo se usan los animales para las pruebas de cáncer?

Los ratones son los animales más comunes que se utilizan en la investigación del cáncer. Tratar de descubrir los mecanismos básicos de cómo un cáncer sobrevive y prolifera casi siempre comienza in vitro (en placas de Petri). Por lo general, tratamos de descubrir una nueva vía o característica terapéuticamente específica de las células cancerosas y aprovecharla para matar las células. Después de descubrir esto, el experimento se toma in vivo para ver si los efectos terapéuticos retienen agua en ratones.

Por ejemplo, en el cáncer de mama y de ovario, podemos aprovechar el hecho de que algunos pacientes con cáncer de mama y ovario tienen una mutación en los bien conocidos genes BRCA1 y BRCA2. Esto hace que una vía de reparación del ADN llamada reparación homóloga sea incapaz de reparar roturas de doble cadena. Debido a esto, estas células pueden ser objetivo con un grupo de inhibidores farmacológicos llamados inhibidores de poli ADP ribosa polimerasa (PARP).

Otro ejemplo es el uso de fármacos altamente citotóxicos como cisplatino o taxol que se entrecruzan con ADN para formar aductos y prevenir la división celular, respectivamente.

Me estoy adelantando aquí, pero después de descubrir estas vías y un objetivo apropiado, lo llevan al siguiente paso e inyectan células tumorales en ratones que tienen su sistema inmunológico eliminado para que las células no sean atacadas por el sistema inmune y prueba las drogas en los ratones.