Una bomba de insulina de circuito cerrado, o páncreas artificial, ciertamente facilitaría mucho la vida de las personas afectadas por la diabetes, y varias compañías farmacéuticas están desarrollando soluciones activamente.
Hasta donde puedo decir, el principal impedimento para la comercialización de esta tecnología es que no existen algoritmos maduros para controlar automáticamente la administración de insulina en función de la retroalimentación del nivel de glucosa en sangre [1]. De hecho, un páncreas artificial necesitaría combinar la tecnología de la bomba de insulina con la monitorización continua del azúcar en la sangre. No es una tarea fácil, teniendo en cuenta que el más mínimo problema o error de cálculo podría tener consecuencias potencialmente peligrosas.
Dicho esto, estoy seguro de que un páncreas artificial completamente autónomo y confiable no está tan lejos. Paciencia, ¡solo un poco más!
[1] http://en.wikipedia.org/wiki/Ins…