Yo no llamaría una rotura de LCA ‘la forma más común de lesión de rodilla’, pero es uno de los más temidos entre los atletas. Un estudio publicado este mes (Res Sports Med. 2017 Apr 10: 1-11) donde los atletas japoneses fueron estudiados durante un período de 10 años pone la incidencia en 0,81 por 1000 atletas-años (es decir, la suma de unidades individuales de tiempo que las personas en la población de estudio han estado expuestos o en riesgo a este problema).
El riesgo, sin embargo, en los atletas más jóvenes está aumentando, y las niñas tienen una incidencia 2,8 veces mayor que los niños.
La razón por la que se producen desgarros de este ligamento es que la articulación de la rodilla es inherentemente inestable, con los extremos redondeados del hueso del muslo equilibrados en los extremos planos de la tibia, con estabilidad que depende de los tejidos blandos, como los ligamentos.