En palabras simples, deberían estar bloqueados en más del 70 por ciento en la angiografía por ser adecuados para el injerto de bypass.
Sin embargo, no es tan simple de nuevo. Nuestras arterias coronarias se dividen en teritorios izquierdo y derecho. Para que cualquier vaso coronario se llame “graftable” debe cumplir los siguientes puntos:
I. Debe proporcionar un territorio viable significativo de músculo cardíaco.
II. Debe estar al menos un 70 por ciento ocluido.
III. La oclusión de la arteria coronaria principal izquierda de más del 50 por ciento se considera significativa.
IV. Si el vaso bloqueado produce síntomas o signos de isquemia, debe injertarse.
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V. En situaciones límite con menor grado de oclusión, se puede realizar una investigación FFR (reserva de flujo fraccional) para evaluar la necesidad de intervención.
La separación entre el injerto de derivación y los stents es un problema aparte y existen pautas internacionales establecidas para ello, que se pueden buscar fácilmente en Internet.
Todo lo mejor.
