Lo más probable es que los intestinos estén gruñendo.
Gruñidos y gases son parte del proceso de digestión. Si experimenta gruñidos y gases excesivos, podría deberse a comer en exceso o a alergias (por ejemplo, intolerancia a la lactosa).
A veces, si comes algo nuevo (algo que no has probado antes) que de otra manera es saludable, pero aún experimentas gases, no es necesariamente una señal para dejar de comer, sino para comerlo en cantidades más pequeñas con mayor frecuencia. Su cuerpo puede necesitar tiempo para acumular las bacterias que lo ayuden a descomponerlo. Lo mismo podría ser cierto para la comida fermentada, ya que podría estar introduciendo nuevas bacterias en su intestino.
Debe hablar con su médico de cabecera o nutricionista, especialmente si los gruñidos y los gases son nuevos desarrollos.