No hay ningún efecto en la salud que pueda ser causado por una fuga de gas natural.
Sin embargo, los altos niveles de gas natural en el aire circundante pueden causar asfixia.
Una fuga de gas natural es mucho más peligrosa para el medio ambiente. El metano, el componente principal del gas natural es 34 veces más potente que el CO2 al atrapar el calor durante un período de 100 años. Por lo tanto, el metano es un agente de calentamiento global extremadamente fuerte y las filtraciones deben informarse lo antes posible.