¿Cuál es la reacción personal de un virólogo ante un nuevo patógeno emergente y potencialmente mortal?

Es una mezcla de emociones. Aunque no he tenido la oportunidad de trabajar en la zona cero, estoy involucrado en los pasos posteriores que se toman en el frente del laboratorio, principalmente el diagnóstico y otras investigaciones relacionadas.

En general, hay etapas de las reacciones. No necesariamente en el siguiente orden.

  1. Curiosidad: comienza con las preguntas básicas. ¿Cuál es el agente causal? ¿Dónde está sucediendo el brote? ¿Cuáles son los modos de transmisión? ¿Quiénes están en riesgo? ¿Se conoce la historia de esa enfermedad? Todas estas preguntas me molestan. Y solo hay una forma de curar esta curiosidad: ¡leer!
  2. Carga de adrenalina: la sangre joven y la adrenalina son una combinación mortal. Estás en el modo de combate. Estás listo para trabajar incansablemente si es necesario, por el bien mayor. ¡Siento que los virólogos son como soldados en cierto modo! Entonces, la sensación de luchar contra el enemigo es la más predominante. ¡¡Tráiganlos !!
  3. Impotencia: ¡ si pudiéramos matarlos con balas hubiera sido tan fácil! Pero estamos peleando una batalla interminable. Además de eso, cuando tu enemigo es invisible y se cobra vidas humanas a tus espaldas (los casos que pasan desapercibidos) te hace sentir impotente en algún momento. Hay muchos aspectos en las enfermedades virales aparte del punto de vista de la salud y la enfermedad. El estado socioeconómico de las poblaciones afectadas, las relaciones políticas entre los países y dentro de ellos, el nivel de conciencia que existe entre los grupos predispuestos, la infraestructura y el tipo de preocupación de los órganos rectores; todos estos aspectos afectan el manejo de la enfermedad. Los virólogos juegan un papel muy pequeño en todo esto (desorden).
  4. Aceptación: una vez que aceptas que el enemigo es real y malvado. Una vez que luchas y ganas tus batallas internas, te preparas para concentrarte en las cosas que tienes en tus manos, y lo haces de la mejor manera posible. ¡Porque no hay nada más que puedas hacer, aparte de lo que se supone que debes hacer! ¡Concéntrese en las cosas pequeñas y las cosas más grandes entrarían automáticamente en su lugar!

Gracias por solicitar esta respuesta Anne L. Hogue-Boucher.