Tendríamos que considerar cada patología de forma individual. Pero no hay escasez de enfermedades que mejoren, disminuyan con la inmunización o incluso se vuelvan asintomáticas, mientras que el agente infeccioso aún pueda permanecer.
Esto ocurre, por ejemplo, cuando tiene lugar la inmunización de la gripe, y los antígenos de la cepa del virus invasor que muta constantemente están emparejados solo parcialmente por la cepa de la vacuna. Esto podría disminuir el impacto pero no eliminarlo por completo.
En el mundo animal, la vacunación contra la fiebre aftosa (FA) en el ganado resulta en un rebaño que está protegido contra brotes severos pero que aún porta el virus. Los países que carecen de fiebre aftosa sin vacunación (como el Reino Unido, Canadá, los Estados Unidos, México y los Países Bajos) disfrutan de una considerable ventaja económica con respecto a los países libres de fiebre aftosa con vacunación. La decisión de no vacunar a la manada nacional significa que el sacrificio y la destrucción se implementan cada vez que se detecta un pequeño brote.
