Probablemente, pero a expensas de los pacientes. Que es lo que las escuelas de medicina están tratando de evitar.
Es punible por ley: negligencia médica
Negligencia médica es negligencia profesional por acto u omisión de un proveedor de servicios de salud en el que el tratamiento proporcionado cae por debajo del estándar de práctica aceptado en la comunidad médica y causa lesiones o la muerte del paciente, con la mayoría de los casos con errores médicos
La mayoría de las universidades occidentales hacen que sus alumnos reciten el juramento hipocrático (versión moderna) y declara (he resaltado la parte relevante)
Juro cumplir, en la medida de mis posibilidades y juicio, este pacto:
Respetaré las ganancias científicas obtenidas con tanto esfuerzo de aquellos médicos en cuyos pasos ando, y compartiré con gusto el conocimiento que tengo mío con los que deben seguirlo.
Aplicaré, en beneficio de los enfermos, todas las medidas necesarias, evitando esas trampas gemelas de sobretratamiento y nihilismo terapéutico.
¿Conoces a alguien que haya aprobado los exámenes de la junta sin ir a la escuela de medicina?
¿Hay alguna forma de ser un psiquiatra sin asistir a la escuela de medicina?
¿Cómo puede un médico convertirse en un profesional médico legal?
¿Cuánta flexibilidad de carrera hay para un médico recientemente graduado?
Recordaré que la ciencia y la medicina son arte, y que la calidez, la simpatía y la comprensión pueden ser mayores que el cuchillo del cirujano o la droga del químico.
No me avergonzaré de decir “No sé”, ni dejaré de llamar a mis colegas cuando se necesiten las habilidades de otro para la recuperación de un paciente.
Respetaré la privacidad de mis pacientes, porque sus problemas no me son revelados para que el mundo lo sepa. Más especialmente debo pisar con cuidado en asuntos de vida o muerte. Si me es dado salvar una vida, todo gracias. Pero también puede estar dentro de mi poder quitar una vida; esta increíble responsabilidad debe enfrentarse con gran humildad y conciencia de mi propia fragilidad . Sobre todo, no debo jugar con Dios.
Recordaré que no trato un cuadro de fiebre, un crecimiento canceroso, sino un ser humano enfermo, cuya enfermedad puede afectar la estabilidad familiar y económica de la persona. Mi responsabilidad incluye estos problemas relacionados, si debo cuidar adecuadamente a los enfermos.
Preveniré la enfermedad siempre que pueda, ya que la prevención es preferible a la curación.
Recordaré que sigo siendo miembro de la sociedad, con obligaciones especiales para con todos mis semejantes, esos sonidos de la mente y el cuerpo, así como también los enfermos.
Si no violo este juramento, puedo disfrutar de la vida y el arte, respetado mientras vivo y recordado con afecto a partir de entonces. Que siempre actúe para preservar las mejores tradiciones de mi vocación y que pueda experimentar por mucho tiempo el gozo de sanar a quienes buscan mi ayuda.
Básicamente, la medicina mejoró por ensayo y error, y la sangre de todos esos desafortunados pacientes. No olvide los pasos dados y la sangre derramada.