El cartílago, y específicamente el cartílago articular o articular, no se regenera en ningún grado significativo bajo circunstancias normales. Los condrocitos que son las únicas células presentes en el cartílago y que producen la matriz proteica que, con el agua, constituyen el elemento estructural del cartílago, no se regeneran y su nivel de actividad disminuye con el tiempo, es decir, con el envejecimiento.
La causa de esto no está del todo clara. Los investigadores han intentado y continúan probando diferentes formas de estimular condrocitos (es decir, presión alta) y pueden implantar cartílago o estimular el crecimiento del cartílago con condrocitos o células progenitoras, pero solo bajo condiciones muy definidas. Para la gran mayoría de las personas que experimentan pérdida de cartílago (es decir, artritis) por una razón u otra, una vez que el cartílago desaparece, desaparecerá.