Bueno, lleva mucho tiempo, pero gradualmente se vuelven más oscuros, más nublados, más duros (sí, más densos y, más difíciles. Pueden endurecer tanto que podrías tener problemas para aplastar uno entre el pulgar y el índice, incluso con un esfuerzo real). Luego, si duran más, algunos de ellos maduran. Se ponen blancos, como “vaso de leche” blanco. Parte de la proteína de la lente puede licuarse. Pueden volverse hipermaduros. Algunas de las proteínas licuadas desnaturalizadas pueden filtrarse desde la bolsa capsular hacia el ojo, creando facoanafilaxia o glaucoma facogénico. Sin embargo, en su mayoría, se ponen tan oscuros que no se puede ver a través de ellos, como intentar ver a través de una taza de café. Ciego.
Pero siempre se pueden eliminar. Simplemente tiende a ser más difícil cuanto más tiempo pasan.