Un tatuaje puede tener efectos secundarios físicos dependiendo de 3 cosas:
- Higiene y prácticas sanitarias seguidas por el tatuador : si el tatuador es un profesional y utiliza agujas nuevas y tintas biológicamente seguras, hay menos posibilidades de infecciones y complicaciones. Además, las habilidades del tatuador importan mucho mientras se hace el tatuaje. Un tatuador malo puede romper una vena mientras tatúa. Un buen tatuador conoce sus limitaciones y puede negarse a hacerse un tatuaje en partes del cuerpo que son demasiado sensibles para sus habilidades, como cuello, garganta, muñecas, etc. Una mala puede ignorar la seguridad de su cliente para ganar dinero y tomar un proyecto para hacer un tatúe en algún lugar que sea demasiado delicado (debido a la densidad de los nervios o la alta sensibilidad de la piel) o que pueda ser demasiado doloroso para el cliente. Cuando fui a hacerme el tatuaje, el tatuador me preguntó dónde quería hacerlo y estuvo de acuerdo con él porque el área que elegí (debajo de la clavícula) es relativamente más fácil de trabajar y tiene menos nervios para complicar su trabajo. Además, al comienzo del trabajo, me mostró que me estaba abriendo una nueva aguja, y luego procedió a hacer un pequeño rasguño para mostrar el nivel de dolor que experimentaría. Él confirmó conmigo si estaba bien con el dolor. También administró anestesia local antes de hacerse el tatuaje para minimizar el dolor.
- Cualquier alergia que pueda tener la persona que se está tatuando: Los tatuadores deben consultar a sus clientes sobre alergias y afecciones médicas previamente conocidas que pueden hacer que el trabajo no sea apto para el cliente. Si el cliente no sabe si tiene alergias, etc., se supone que el tatuador debe realizar una prueba en un área muy pequeña de la piel para comprobar si causa alguna reacción. Si bien esta es una precaución ideal, la mayoría de los tatuadores ignoran este paso. Como cliente, puede consultar con un médico o pedirle a su tatuador que le pruebe.
- Cuidado hasta la cicatrización de la herida: una vez que se completa el tatuaje, se supone que el tatuador debe limpiar la herida, aplicar un antiséptico y cubrir el área. También se supone que debe prescribir los procedimientos de cuidado adecuados para el cliente, incluso prescribirle un antiséptico. Y luego es responsabilidad del cliente mantener la herida limpia, seca y medicada adecuadamente hasta que cicatrice la herida. Si la atención posterior no se realiza correctamente, la herida podría infectarse.
Si los 3 pasos anteriores no se siguen correctamente, los posibles efectos secundarios incluyen:
- Infección en la piel, el tejido subyacente, las venas o, peor aún, la corriente sanguínea que puede entrar en contacto con la tinta o la aguja. Los peores casos incluyen tétanos, VIH, etc.
- Reacción alérgica a la tinta
- Pueden surgir complicaciones si el dolor se vuelve demasiado insoportable para el cliente
- Posible daño al nervio si el tatuaje se hace mal
- La cicatrización puede ocurrir si el tatuaje no se cura correctamente debido a una atención posterior inapropiada.
- Una tinta barata y de baja calidad puede corromperse más tarde y causar complicaciones
Además de estos posibles efectos secundarios (que ocurren solo si el tatuaje no se realiza correctamente), otras consecuencias son las siguientes:
- Un tatuaje puede hacer que el cliente no sea apto para MRI. Pero incluso con personas con marcapasos, los implantes dentales u otros implantes similares no pueden obtener una resonancia magnética. Dichos pacientes pueden obtener una tomografía computarizada en su lugar.
- Dependiendo de la calidad de la tinta, el tatuaje puede desaparecer o decolorarse
- Si el tatuaje está en un lugar donde la elasticidad de la piel cambia debido a la edad, la obesidad, etc., entonces el tatuaje podría quedar desfigurado