Primero, ¿por qué no puedes dejarlo ir?
Segundo, no puedes obligar a alguien a permanecer en tu vida.
Y si realmente lo quieres de regreso y la “chispa”, ¡mejor conocelo a menudo! Primero borre sus malentendidos previos y pida una oportunidad.
Si incluso eso no funciona, ¡déjalo ir!