No hay enfermedad que pueda convertir la sangre en agua.
La sangre es una sustancia altamente compleja y, por lo tanto, puede haber enfermedades o medicamentos que modifiquen el contenido de plaquetas.
El término se usa de manera coloquial para describir dificultades extremas similares a
“La carretera fue construida por el rey con el sudor, la sangre y las lágrimas de los pobres”