El diagnóstico de esta enfermedad es la pesadilla del médico. Comienza con cosas irrelevantes como aftas, artritis, problemas de la piel, dolor de cabeza y uveítis. Todas estas cosas pueden ser persistentes o pueden desaparecer en una semana más o menos.
En cuanto a los riesgos, las personas con Behcet podrían quedar ciegas debido a una uveítis no tratada.