Al igual que JB Smith, no estoy al tanto de ningún político que quiera prohibir completamente la anticoncepción. Algunos tipos de anticonceptivos se han anunciado como interruptores de la implantación * después de *, la fertilización, que es el aborto, y algunos políticos preferirían prohibir los abortivos. Dicho esto, hay evidencia de que los fabricantes de esos anticonceptivos consideraban una ilusión, alegar que interferirían con la implantación. Eso solía ser visto como un mecanismo de “bonificación”, un poco de garantía adicional, y pueden haber prometido más de lo que realmente ofrecen. Ahora que muchas personas se oponen abiertamente a la posibilidad de un mecanismo abortivo, los fabricantes parecen estar retrocediendo. La última vez que revisé, la evidencia aún no está clara.
Los católicos se oponen a toda anticoncepción, abortiva o no, porque elimina el potencial procreativo de las relaciones sexuales a partir del acto mismo. El sexo, en el matrimonio, se supone que es un acto de entrega completa, y el sexo contraceptivo es incompleto. Dicho esto, nunca he oído hablar de ningún político católico que quiera prohibir la anticoncepción a nadie más.