El cáncer está con usted desde el principio y normalmente se mantiene bajo control mediante un sistema inmune activo que clasifica lo que es crecimiento y presencia normal y lo que no. A medida que seguimos obstaculizando nuestra inmunidad a través de lo que consideramos un estilo de vida moderno (consumo de sustancias químicas desconocidas, estrés crónico, alimentos degradados, falta de actividad física, campos energéticos inusuales, contexto de vida desconocido), el sistema inmunológico comienza a tambalearse en sus decisiones de eliminar o permitir eventos en nuestro cuerpo.
Quienquiera que haya sobrevivido a la primera infancia tiene la capacidad interna de controlar el cáncer, dado que se lo ubica y se coloca en el contexto de vida correcto.
Hay situaciones en las que uno no puede evitar desencadenar un evento relacionado con el cáncer. En esos casos, el protocolo para tratarlo es estándar: 1) eliminar el proceso (detener el crecimiento, eliminar tumores, aumentar la inmunidad en una solución sistémica personalizada) y 2) restaurar su estilo de vida para brindar bienestar (bajo estrés, buena nutrición, física actividad, ambiente socialmente saludable, etc.).
Como la mente se encuentra por encima de todo (es el órgano de gobierno y colaboración del cuerpo), pondría especial cuidado en su bienestar (el lado mental de ikigai: colóquese en la intersección del amor y la integración social)