La picazón que experimentamos en las partes “quemadas” se debe a una reacción protectora de nuestro cuerpo llamada inflamación.
Las células llamadas mastocitos contienen gránulos llenos de diversas citoquinas y proteínas, como histamina, prostaglandinas, serotonina, etc., que se liberan durante una reacción inflamatoria. Estos productos químicos estimulan las terminaciones nerviosas en las capas superficiales de la piel que conducen a la sensación de picazón.
En algunos casos leves, el rascado puede aliviar el picor. Sin embargo, en las reacciones graves, el acto de rascarse solo provoca una mayor desgranulación de los mastocitos, lo que provoca una mayor liberación de citocinas, lo que produce más sensaciones de picor.
Por lo tanto, aunque puede ser muy difícil resistirse, es mejor NO rascarse la comezón. Aplicar lociones calmantes, cremas o antihistamínicos / corticosteroides, etc. son más útiles.
